Reseñas

Sound of Metal: La potencia del silencio

Sound of Metal: La potencia del silencio

Hay películas que te atrapan por su ruido, y otras que te conmueven por su silencio. Sound of Metal (2019), dirigida por Darius Marder, es de esas historias que, paradójicamente, hacen muchísimo ruido a través del vacío. Riz Ahmed interpreta de forma poderosa a Ruben, un joven baterista que pierde repentinamente la audición y ve cómo todo su mundo, construido alrededor de la música, comienza a derrumbarse.

La fuerza de la película no radica sólo en su historia, sino también en la manera en que Marder utiliza el lenguaje audiovisual para transmitirnos la desorientación y el aislamiento del protagonista. Gracias a un impresionante trabajo en el diseño de sonido, entramos en la mente de Ruben, viviendo con él la angustia de ese silencio repentino, cargado de interferencias y murmullos apagados. La fotografía, íntima y cercana, complementa esa sensación de claustrofobia emocional, haciendo del espectador un verdadero cómplice en la lucha interna del protagonista.

La actuación de Riz Ahmed es, sin duda, uno de los puntos más altos del film. Su interpretación, intensa y llena de matices, logra transmitir todo el espectro emocional de un hombre que debe aprender a reconstruir su identidad y encontrar un nuevo sentido a su existencia. A su lado, Paul Raci —en un papel secundario impecable— aporta profundidad y serenidad al interpretar a un mentor que ayuda a Ruben a aceptar su nueva condición.

Sound of Metal nos enseña que el silencio puede ser tan expresivo como la música más intensa, que hay belleza en la ausencia de ruido, y que a veces necesitamos perder algo esencial para aprender a apreciar lo verdaderamente importante.

Darius Marder, quien debutó en la dirección de largometrajes con esta cinta, muestra un estilo narrativo honesto y austero, confiando plenamente en sus actores y en un guion que evita la sensiblería y apuesta siempre por la sutileza. Sound of Metal no es solo la historia de una pérdida, sino una profunda exploración sobre la aceptación, la identidad y el verdadero significado de la escucha—que va más allá de simplemente oír sonidos.

Con un final poderoso, emotivo y en absoluta coherencia con el espíritu de la película, Marder logra transformar un relato potencialmente trágico en una experiencia luminosa y profundamente humana. Sound of Metal nos enseña que el silencio puede ser tan expresivo como la música más intensa, que hay belleza en la ausencia de ruido, y que a veces necesitamos perder algo esencial para aprender a apreciar lo verdaderamente importante.

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